No es sencillo el papel de los Centros Educativos a la hora de actuar frente a las discrepancias de padres separados o divorciados en relación a la vida escolar de sus hijos. Aunque existe un protocolo de actuación de los centros docentes en caso de progenitores divorciados o separados puede que estos tengan dudas sobre cómo actuar en caso de discrepancias.
El número de demandas de divorcio, separaciones y nulidades no ha dejado de crecer en España en los últimos años.
Uno de los puntos que más conflictos pueden presentar son los relativos a la organización de los progenitores en el día a día de la educación escolar de sus hijos.
Los Centros educativos cada vez cuentan con un mayor número de alumnos hijos de padres separados o divorciados y esto ha llevado a un incremento de las situaciones de conflicto entre los progenitores que, de un modo u otro, afectan a las relaciones de los colegios con las familias.
Los problemas más habituales suelen surgir de las discrepancias sobre la recogida de los menores del centro escolar y con los avisos y comunicaciones en casos como un accidente o enfermedad del alumno.
Los padres: La importancia de informar al colegio
El colegio es el lugar en el que más tiempo pasan habitualmente nuestros hijos durante el curso escolar. Por ello, es fundamental que los progenitores pongan en conocimiento del Centro Educativo una situación de separación o divorcio.
En este sentido es fundamental distinguir entre patria potestad y custodia. Hay que saber que tener la custodia del menor solo implica que el progenitor que la ostenta tiene atribuido un mayor tiempo con el mismo. No supone en ningún caso tener más derechos que el progenitor no custodio, ya que ambos comparten la patria potestad.
El progenitor no custodio debe dirigirse al Centro Educativo para pedir que se le facilite la misma información sobre su hijo/a que al progenitor custodio, aportando el Convenio Regulador o sentencia judicial de divorcio si la hubiera.
Es conveniente hacer las comunicaciones al colegio por escrito, presentar original y copia del mismo y guardar la copia para acreditar que se ha realizado la oportuna comunicación de las circunstancias familiares al centro escolar.
Asimismo, es importante informar al colegio del régimen de custodia que se haya acordado entre ambos progenitores y el sistema de recogida de los hijos. Esto facilita al Centro su labor a la hora de actuar en el devenir de la actividad escolar de los menores, desde el control de las faltas de asistencia o enfermedad, hasta cómo y a quién enviar las comunicaciones.
Es conveniente que cada uno de los progenitores pida una entrevista con el tutor de su hijo/a, que al ser el educador que más tiempo pasa con ellos, es el que mejor podrá fijarse en su evolución y detectar si llega el caso cualquier posible problema de conducta, adaptación o ánimo que puede estar relacionado con el divorcio o la separación.
¿Cómo debe actuar el Centro escolar?
Dentro de las situaciones cotidianas que viven los Centros escolares surgen a menudo situaciones de conflicto derivadas de las desavenencias entre padres separados o divorciados, a las que no saben cómo enfrentarse.
En muchos casos, el problema radica en la falta de información que tienen porque los padres no han comunicado al colegio la situación familiar.
Algunos centros escolares disponen de un protocolo de actuación que sirve como guía para los casos de alumnos cuyos padres están separados. Pueden informar a los progenitores sobre cómo proceder, en interés del menor, para lograr una comunicación fluida y completa entre la familia y el colegio.
¿Qué deben tener en cuenta los Centros educativos?
Primero, cuando los dos progenitores tienen la patria potestad ambos tienen derecho, en igualdad de condiciones, a que el Centro Educativo les informe de cualquier asunto o circunstancia que afecte a la evolución educativa de sus hijos. Es decir, de recibir ambos la misma información.
Así, ambos padres deberán recibir, entre otras comunicaciones:
- El calendario escolar.
- Los boletines de calificaciones.
- Los horarios de tutoría para que puedan acudir a entrevistas con tutores o profesores.
- El horario de comedor y menú escolar.
- Las actividades tanto escolares como extraescolares.
- Las fiestas y celebraciones del colegio donde los padres puedan acudir (por ejemplo, la fiesta de fin de curso).
- Las ausencias, retrasos, y cualquier otra cuestión relacionada directamente con la actividad tanto académica como social de los menores en el centro escolar.
Segundo, en caso de accidente o enfermedad, el Centro Educativo debe contactar con ambos progenitores para poner en su conocimiento lo que haya sucedido. Para ello, ambos padres deben haber facilitado los números de contacto para casos de emergencia.
Tercero, sobre la recogida del menor en el colegio al acabar la jornada escolar y salvo que haya resolución judicial en contra, el progenitor que tenga que recoger a los hijos puede delegar en otra persona la recogida.
Para evitar problemas, es conveniente facilitar al Centro una lista de personas autorizadas para recogerlos (abuelos, tíos, vecinos).
Cuarto, cuando sea necesario pedir autorizaciones para salidas del colegio o excursiones, el Centro debe saber a cuál de los progenitores debe pedirla, si es suficiente con pedir el consentimiento a uno de ellos o si son ambos quienes tienen que darlo.
¿Qué puede hacer el Centro educativo en caso de conflicto?
En la realidad, son muchas las ocasiones en que los padres no informan al colegio de su situación familiar y ello motiva que, cuando surge un conflicto, el colegio no tenga la información necesaria para decidir cómo actuar y no sepa, por tanto, qué hacer en esas situaciones.
Estos problemas pueden desembocar en un mal mayor, como una denuncia o incluso una demanda, si los responsables del colegio cometen un error al actuar sin asesoramiento legal ante cualquier situación de conflicto derivado de la separación o divorcio de los padres de un alumno.
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